Portugal: Cincuentenario del Santuario de Cristo Rey

PORTUGAL, 17/05/09 (Ecclesia).- Miles de personas se reunieron en torno al Santuario de Cristo Rey, en Almada, Portugal, para la misa conmemorativa del cincuentenario de este significativo monumento.
La Misa fue presidida por el Cardenal José Saraiva Martins, enviado especial del Papa Benedicto XVI, que destacó la dimensión nacional del santuario y su importancia como símbolo de paz.
El miembro de la Curia Romana se refirió al monumento como un “proyecto nacional” que, después de la IIª Guerra Mundial, se tornó en “un ex-voto transformado en santuario nacional, en gratitud a Dios por el don de la paz”.
“Construido con la colaboración de muchos -y también gracias al sacrificio y la participación de millares de niños -es un gesto colectivo de la Iglesia de Portugal, que expresa la comunión entre todos sus hijos, pastores y laicos”, precisó.
El enviado del Papa dijo que “este es el monumento de la paz y recuerda que la paz es una de las exigencias mayores del tiempo actual, debe recordarnos que la paz debe ser construida no por los cañones, ni por las armas, sino por el amor, por el respeto del hombre y de su dignidad, de sus derechos, de sus aspiraciones”.
“Sólo así contribuiremos para construir realmente la paz, fundada en la justicia, en la verdad, no en el odio, no en la desconfianza. Esta es una lección que nos da hoy el monumento a Cristo Rey, continuó.
Antes, fue transmitido el mensaje que el propio Papa dirigiera a Portugal, esta mañana, en el Vaticano, por ocasión de estas conmemoraciones. Bendicto XVI, pidió que Portugal sea “fiel en la fe católica, fértil en la santidad, próspero en la economía, justo en la distribución de la riqueza, fraterno en el desarrollo, alegre en el servicio público”.
Más de 20 obispos portugueses, representantes de los episcopados lusófonos y autoridades militares y políticos estuvieron presentes en la celebración, con destaque del Presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva.
En su homilía el Cardenal Saraiva Martins después de presentar una reflexión sobre la simbología del corazón de Jesús y de la realeza de Cristo defendió que “el amor a Cristo, sólo será verdadero, si parte de nuestro más íntimo, y se manifiesta a nuestro prójimo, llevándonos a salir y olvidarnos de nosotros mismos, para ir al encuentro de brazos abiertos, para acoger y aceptar incondicionalmente, con amistad, respeto y confianza”.
El prefecto emérito de la Congregación para las Causas de los Santos destacó la presencia de la imagen de Nuestra Señora de Fátima, tal como hace 50 años, enfatizando que “el mensaje de Fátima es, en efecto, esencialmente, un mensaje eucarístico, de amor y de paz”.
“Renovemos nuestra Fe en Cristo Rey, en su Sagrado Corazón y en el de su y nuestra Madre. Confíemosle, de nuevo, nuestro País y toda la humanidad, para que su amor reine y el mundo tenga paz: la paz de los corazones finalmente reconciliados; la paz en nuestras familias y lugares de trabajo; la paz de nuestras comunidades eclesiales y en toda la Iglesia; la paz en nuestro país y en el mundo entero “, afirmó.
En conclusión, el enviado del Papa exhortó a los presentes a ser “defensores de la vida en todas las circunstancias, desde su inicio hasta su fin natural” y a estar “atentos a la salvaguarda de la creación”.

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