Nació en Alejandría (Egipto) en fecha incierta y murió en el 444. Es del “Doctor del dogma de la Encarnación”, que defendió contra Nestorio, el cual negaba la maternidad divina de María. El Papa lo nombró su delegado para el Concilio de Éfeso, donde Cirilo expuso con brillantez el dogma de la Encarnación, que los herejes nestorianos negaban. Al final del Concilio, pueblo y pastores se dirigieron con antorchas a la Iglesia de Santa María, en Éfeso, y allí se pronunció por primera vez la plegaria del Avemaría: “Santa María, Madre de Dios”. Cirilo solía decir: “Mi más ardiente deseo, mi única ambición, es padecer y morir por la fe de Cristo”. Al fallecer su tío Teófilo, obispo de Alejandría, lo sucedió en la sede el año 412. En el año 44 culminaba su ardiente deseo de “morir por la fe de Cristo”.
Fuente: La Liturgia Cotidiana Ediciones San Pablo